sábado, 30 de abril de 2011

Dioses y fantasmas

[...] que no oigamos los sonidos con muy bajas, o muy altas frecuencias,
o no veamos el color que se corresponde con longitudes de onda fuera
del espectro visible, no quiere decir que no existan.

[...] ¿No es más que posible, y no es más que probable, que exista
una Cuarta Dimensión a la cual nuestros ojos no han sido abiertos,
y que nuestros, así llamados, muertos estén viviendo en este mundo,
y que el desarrollo de nuestra comunicación con ellos llegará;
este nuevo mundo está todo alrededor nuestro, y que es un mundo
de una variedad infinita de color y sonido [...]?

Charles B. Paterson, A New Heaven and a New Earth, 
or the Way to the Eternal Life (Un nuevo cielo y una nueva tierra,
o el camino hacia la vida eterna) [1909]

martes, 12 de abril de 2011

EJECUTIVOS DE PACOTILLA

Cerró la puerta de su hogar con gesto exultante. Pulsó el llamador del ascensor mientras silbaba una alegre melodía. Alcanzó su coche y con un ligero movimiento de mano oyó rugir los caballos del mismo.

Ya en la calle, entre semáforo y semáforo, saludó a muchos que se llamaban amigos.

Al fín alcanzó su aparcamiento de directivo, tomó el ascensor y llegó hasta la engalanada oficina. Fue recorriendo lentamente todos y cada uno de los pasillos...

Ha recibido..., ha llamado, tiene una nota de..., reunión a las...

El sol comenzo a oscurecerse. Ella estaba al fondo. No supo qué hacer.

Alcanzó la puerta de su despacho, la abrió, se giró y allí estaba aún. Su boca permanecía cerrada pero su gesto era una enciclopedia viva.

Entró y cerró la puerta lentamente.
Se dirigio hacia el bonito ventanal: la ciudad lucía espléndida, extendió su mano en un gesto mecánico y sintió el dulce sonido del viento...

Con gesto acompasado subió en su sillón de directivo, colocó el pie en el alféízar  y se mezcló con el contaminado aire de la ciudad.

domingo, 10 de abril de 2011

Crudo invierno

Cielo gris, nubes de otoño.
Principio del fin, comienzo del invierno.

Ramas que quieren reverdecer,
ascuas que se agitan en su agonía,
ramas secas, cenizas al fin.

Historias de la vida sin principio ni fin.

A su pesar, las nubes aguantan,
el frío se entretiene jugando a la oca,
pero es una pausa corta.

Mañana saldrá un tíbio sol,
pasado, aún será más tíbio.

Y no quiero pensar en el sol de la semana próxima.

Ilusiones de juventud que se marchitan en las sombras.

Sueños de vida eterna.
Desgracias de los hombres.+

Una noche más

Una noche más,
una de tantas.

Cielo oscuro, noche negra.

Jinetes cabalgan,
el cielo nublado, oscura la noche.

Sentido sin sentido,
luz sin sombra.

Los pájaros cantan, callan y se asombran.

Nace el nuevo día.

Nadie nota la falta, la vida sigue.

Juegan los niños en la plaza,
tocan las campanas sonido de muerte,
alguien nace a la vida, alguien nace a la muerte.

Vida sin sentido, sentido sin vida.

El sol alumbra,
calienta los huesos.

La muchedumbre comenta.

El muerto descansa.

12/06/10

Silencio en la noche

Silencio en la noche,
terapia de grupo.
Mil gritos salen del fondo, mirada perdida en el infinito.

Silencio ruidoso que todo lo inunda,
oscuridad luminosa que atrae la atención.

El reloj marca el devenir del tiempo,
impasible ante los hechos,
mecánico en su andar,
rítmico en sus tañeres.

Es hora de ennegrecer la vida,
de olvidar, aunque sea por por un instante, las tristezas del presente,
los pesares del futuro,
las desventuras pasadas.

Es hora de soñar,
soñar lindos sueños,
sueños que sueños son,
sueños que no son realidad.

Silencio en la noche,
los pasos callados hacia la muerte van.

Suena "Para Elisa" Beethoven.

Solo el silencio

Te vas,
 cual nebulosa oscura.
Te vas,
y no queda nada.
Sólo el silencio.

¿Dónde están las primaveras de nuestro amor?
¿Quién  o qué las sepulto?

Silencio solo, único, primigenio.
Creador de todo y de nada.
A ti volveremos
envueltos en túnicas de terciopelo, malherida el alma.

Silencio solo, sólo el silencio,
silencio silencioso que mata el alma,
único destino de los silenciosos, único destino del alma,
sólo el silencio, silencioso sólo.

"Oir los susurros en los paisajes del silencio" Beckett (Esperando a Godot)

Yo tenía escaso talento para la felicidad

El otro

De repente, te das cuenta.
Tu existencia es una nonada.

¿Qué sentido tiene la vida sin un más allá?
¿Dios? Llamésmolo como queramos.
¿Quizás la cercanía del fin?

No sé, quisiera saber, quisiéramos saber todos,
quizás así fuéramos mejores.

No deja de ser cierto que siento curiosidad, pero, también siento pena de abandonar mis pobres posesiones.

Yo, siempre yo.
¿Cómo sentir al otro?
Cuántas veces he sentido mi falta de amor.
¿Qué es el amor?
¿A quién he amado?
¿A quién amo?

Creo que soy egoista, creo que nadie me enseñó a amar.

¿Qué será necesario para cambiar este proyecto?

Sol tibio.

Sol tibio de primavera que anuncias la nueva vida,
dorado sol del estío que afianzas la madurez de los frutos,
complaciente sol del otoño que ofreces el fruto de tu trabajo,
relajado sol del frío invierno que calientas nuestros pobres huesos y propones un nuevo renacer.


Ciclos continuos en los que comienzan y acaban nuestras aventuras.
Sueños de algunos, desgracias ecuménicas.


Quisiera contar que cuento un lindo cuento.
Pero, sólo logro hilvanar historias de tristes viejos que, achacosos, "tosedores" y encubridores de sueños cuentan, imaginan, sueñan.


Quisiera ser que quisiera, ¿qué quisiera ser yo?
las olas que van y vienen lamiendo tu tersa piel,
el sol que cada día descubre tu nuevo renacer,
la luna que cada noche viene a tu cama mecer...


Pero, tristemente, soy un triste mortal destinado a perecer.

Ítaca

Siempre me he interrogado sobre mi capacidad de embelesar a gente inteligente.
Se ha producido a lo largo del tiempo y con gentes y ambientes muy diferentes.
Cuatro frases, cuatro silencios, me han abierto demasiadas puertas.
Una sóla acción o un momento desafortunado me las han cerrado definitivamente.
Pero, siempre, he encontrado una nueva rendija, nuevos ambientes en donde colarme.
Hasta ahora.
Y ahora, ese ahora maldito que siempre fue ahora, cuando debería ser pleno, me siento más vacío que siempre jamás.
Quizás, en mi gilipollez culta, me suceda como a Ulises que, en su búsqueda del vellocino, obvió que éste se encontraba en su Ítaca natal junto a su fiel Penélope (¡Qué gran canción de Serrat).
Quizás necesito inventar aventuras nuevas para seguir viviendo,
quizás sea el momento de abandonar este purgatorio...
quizás.
Sea como fuere, será.
Y a las ocho un bizcocho.

Robot

Robot que caminas sin sentido,
loco,
echa pie a tierra.

Mente turbia que elucubra fantasías,
¡para!

Lucha cuerpo a cuerpo,
 ¡Cobarde!

NOCHE LARGA

En mis largas noches de imsonnio voluntario te encuentras tú,
una tú que no eres tú,
una tú idealizada,
una tú lejana en el tiempo,
un yo sumido en un futuro sin futuro.

Mañana, cuando alboree el sol, será otro día, otro momento, otra circunstancia: nuestra circunstancia diaria.
Un día más, un día anodino, un día sin futuro.

Gracias a la nueva noche.

Futuro

Demasidas veces siento miedo del futuro,
demasiadas veces me acostumbro a vivir en él.

¿Por qué no disfrutar del presente?

Quizás por su facilidad y de mi necesidad de peligrosas aventuras por descubrir.

Odio el cálido climax presente.

Sucesos aleatorios

Sucesos aleatorios,
problemas persistentes.


Circunstancias circunstanciales,
problemas persistentes.


Largas noches, días oscuros.


Melosas noches cuando estás tú,
mi sirena varada en playa inaccesible,
mi sueño imposible.


Orgasmos disolutos,
dircursos disidentes,
¡"mierda de mundo"!

Soledad

Era, soy y seré, bonitos tiempos a conjugar.
¿alguna vez he sabido conjugarlos?

Ayer, un ayer muy antiguo, mientras caminaba camino del lar,
sentí la soledad del ser,
la carga del ser,
la obligación del ser.

Desistí.

Prefiero no ser, estar.

Estuve, estaba, creo que estaré.

¡Ni soy ni estoy!

Compañía

Estaba solo y llegó,
maldita hora,
sigo solo pero mal acompañado.

Una de tantas

Noche oscura, dulces sueños.
Sol que golpea y


los sueños, sueños son


Los ojos cansados, ensagrentados, se entreabren,
duele la cabeza, la reseca lengua solicita piedad en  acuosa forma.


Un chavea asoma su cabeza por el cristal.

Me he enhiesto, arranco, me voy

¿A dónde iré?

Existir

Sentí que existía.
Falsa ilusión de iluso.
Simplemente estaba, pasaba por ahí.
Ella me capturó, dejé de ser.

Maniquí

Caminaba lentamente, paso acompasado, mirada huidiza, oscura.

Con gesto cansino, repetido tantas veces, levantó la cabeza y miró, y vio.

Sus ojos se abrieron como la cueva de los secretos al grito de "ábrete sésamo". Estaba ahí, delante de él, serena, mirándole directamente, desafiante.

Apenas alcanzó a distinguir su indumentaria; un ligero traspiés de su acompañante la arrojó sobre sus sorprendidos brazos. Su boca se clavó sobre sus babeantes labios.

Sintió un largo y dulce beso, profundo.

Pero, rápidamente, fue interrumpido por los portadores del maniquí:

¡Perdón señor!

El elefante y la hormiga

El agua corría mansamente,
el sol lucía en el orto del día,
se insinuaban alegres balidos de reconocimiento materno filial.
Pero, allí estaba ella, afrontando su destino.
La hojita se balanceaba alegremente, divertida.
Sus insinuantes eses lograban enamorar, entre gorjeo y gorjeo, al vigilante ruiseñor.
Pero, allí estaba ella, recorriendo de norte a sur y de este a oeste su limitada posesión.
Un ligero roce con una piedra del camino,
cielo santo, ¡qué placer!
una pequeña desviación en su camino,
nada que no estuviera escrito.
Continuaba su inexorable camino, y ...
la hormiguita recordaba la insinuante oferta del elefante:
"Si quieres ... , bájate las bragas"
Glu, glu, glu...

Ser y estar

Creía que era,
pero era falso, sólo estaba.
Y, ahora, que entiendo la diferencia,
la diferencia entre ser y estar,
lloro.
Yo quiero ser, pero simplemente estoy.
¿cuándo seré?