sábado, 28 de abril de 2012

Recuerdos de otoño en Granada

Crujen las hojas.

Pasos inseguros, dubitativos, resuenan al atardecer.

Otoño.

Los álamos, señores de la ribera, fieles a su ciclo,
en su incesante desvestir,
vierten hojas por doquier.

Crujen las hojas,
los pasos aceleran su caminar

Primavera de deseos,
manos entrelazadas,
cuerpos retorcidos,
almas en éxtasis,
masas corporeas recostadas.

Una mancha roja destaca en la luz de la luna,
luna lunera,
lunerita de mi alma,
no.
No es la brasa del cigarrillo encendido,
es la enseña de tu inocencia,
la marca de tu voluntad entregada,
el inicio de una nueva senda,


tu cuerpo entregado.

Crujen las hojas,
dos bocas se juntan,
sopla el viento frío del norte,
las bocas despiden fuego.

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