Quizás,
no sé cuán
largo sea el camino.
Quizás,
más amplio
que mi destino.
Quizás,
cuando esto
leas no haya más que vacío.
Vacío…
vacío
provocado…
vacío
natural,
orgullo
herido,
inconsciencia
infinita.
Abuelos
ateridos por el frío de la ignorancia,
nietos
huérfanos de las tragedias y comedias de sus ancestros.
Quizás,
quizás
entonces,
otra abuela
ignorada, menospreciada,
entre sus
achaques,
pueda
entender la crueldad de sus actos.
Quizás,
cuando sea
olvido,
puedas
entender lo mucho que te he querido.
Quizás entonces,
cuando
Cronos haya borrado mi nombre de la faz de los vivos,
puedas
comprender el daño que nos has infringido.
1 comentario:
Doloroso y duro...no siempre la poesía es un bálsamo...pero al menos es una válvula por la que filtrar el dolor...hacerlo más soportable...un abrazo , Pepe
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