Tú que me escuchas,
¡calla y atiende!
Sí, a ti te digo,
siéntate conmigo,
comparte mi copa y mi aliento,
no eleves tu crítica al cielo.
Yo sé lo que soy,
no pretendas erigirte en adalid de mi conciencia,
tampoco me abandones,
sin mí no existirías.
Yo soy yo,
juntos vivimos,
separados, moriríamos ambos.
¡calla y atiende!
Sí, a ti te digo,
siéntate conmigo,
comparte mi copa y mi aliento,
no eleves tu crítica al cielo.
Yo sé lo que soy,
no pretendas erigirte en adalid de mi conciencia,
tampoco me abandones,
sin mí no existirías.
Yo soy yo,
juntos vivimos,
separados, moriríamos ambos.
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